El racismo continúa en el fútbol boliviano; a 29 días del incidente con Serginho que abandonó del campo de juego del estadio Ramón Tahuichi Aguilera, debido a insultos racistas, se reiteró este episodio en el juego entre Destroyers y Aurora, que se disputó en el estadio Samuel Vaca, de Warnes. El pasado sábado estuvo a punto de irse del partido el delantero William Álvarez del cuadro celeste de Cochabamba, por insultos que no están permitidos en el fútbol profesional.
El árbitro paceño Luis Irusta paralizó por unos minutos el trámite del partido en el segundo tiempo. Irusta se acercó a la mesa de control para conversar con el veedor y pidió al capitán de Destroyers, David Andersen, que controle a la hinchada local por los insultos que apuntaban al jugador Álvarez. “En el primer tiempo, la primera pelota que toco me gritaron negro de m…, me acerqué al árbitro y le pregunté si había escuchado, me dijo que no. En el segundo tiempo, volvieron los insultos con mono de m… y me quería salir de la cancha, pero el árbitro me pidió que me quede mientras hablaba con los integrantes de la mesa de control”, contó Álvarez.
El delantero de Aurora comentó que estuvo a punto de llorar y lo desconcentró del partido por los insultos que recibió.
“Estoy triste porque jugué en Destroyers. El árbitro me dijo que si volvía a pasar lo suspendía el partido. Me puso mal, lamentable lo que pasa, e incluso salí campeón con Destroyers, me puso muy triste, pero el apoyo de mi esposa y mi familia me ayuda a seguir en esto”, agregó Álvarez.
“Duele mucho porque William es de Santa Cruz, se tiene que hacer algo. Vamos a esperar el informe ampliatorio, vamos hacer un reclamo porque no está bien, pero es hora de hacer algo más para que se corte todo esto, porque el fútbol es una fiesta”, dijo Mirko Cornejo, dirigente de Aurora.
El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), César Salinas, comenzó una campaña en todos los estadios para concientizar a la gente, los equipos salen al campo de juego con una pancarta “Tarjeta Roja al racismo”, pero parece que no funciona.
En el próximo Consejo Superior, la dirigencia de Aurora pondrá sobre la mesa el tema de racismo, de nuevo.
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