lunes, 22 de junio de 2015

Acceso gratis de menores de edad a 5 canchas ediles, sin garantía



Es feriado de Corpus Christi y el campo deportivo La Portada está cerrado. Un candado cierra el paso a la cancha Venus (Pampahasi) siete días después. Vecinos se quejan de otros tres escenarios porque los menores de edad no ingresan gratis como dispone una norma de 2008.

La Razón visitó el 4 y el 11 de junio cinco canchas de césped sintético: cuatro administradas por la Alcaldía de La Paz —en La Portada, Munaypata, San Antonio y Pampahasi— y una (Litoral), por la Liga Deportiva de Vino Tinto beneficiada por el programa Bolivia Cambia, Evo Cumple.

La Hora del Vecino, instituida en 2008, permite el ingreso gratuito de niños y población en general a los campos deportivos municipales de 06.30 a 08.00 todos los días.

Pero este horario lo aplica cada quien según su criterio. En la cancha Venus, por ejemplo, es de 06.00 a 08.00, informó la boletera, y de 07.00 a 08.00 en la de Munaypata.

Personal de las escuelas próximas debe rogar para que los alumnos ingresen media mañana al menos una vez al año. Los pocos que pueden costearse el uso de esas instalaciones —pagan un alquiler de entre Bs 80 y Bs 100 por hora— se exponen sin embargo a que les sustraigan sus pertenencias debido a que los camarines están bajo llave y deben dejar mochilas y maletines en cualquier lado.

El otro problema es que los lunes se retiran decenas de latas vacías de cerveza dejadas por quienes jugaron allí el domingo, prueba del consumo de alcohol en estos escenarios.

La mañana de Corpus Christi un grupo de jóvenes juega en una cancha de cemento. La de césped sintético de La Portada tiene las puertas con candado. “Hay que pagar Bs 100 y a nosotros no nos alcanza. Es una pena, cuando era de tierra jugábamos gratis”, protesta Dante Escobar.

“La hora vecinal no funciona aquí, nunca abren en la mañana”, apunta Álvaro Quispe. Ese mismo día, pero en la cancha Litoral de Vino Tinto, Duvilson, un estudiante del colegio Jacqueline Kennedy, de 16 años, mira resignado detrás de la malla olímpica a los transportistas del Sindicato de Minibuses Exaltación que disputan un partido de fútbol.

“Es difícil jugar aquí, porque hay que pagar Bs 80 y no tenemos tanto dinero. Esto no pasaba hace unos diez años”, puntualiza.

Eduardo, quien no quiere dar su apellido, es el administrador de este escenario deportivo. Cuenta que los martes, miércoles, jueves, sábados y domingos, niños y jóvenes pueden jugar de 06.30 a 08.00 y de 19.00 a 20.00. Sin embargo, cuando se le hace notar que no existen luminarias —no es que estén en reparación, sino que la estructura carece de ellas— sostiene que no puede hacer nada.

La cancha de Vino Tinto está en un predio municipal, pero no es administrada por la municipalidad sino por la Liga de Vino Tinto. “Nosotros lo manejamos y damos además factura por el alquiler”, enfatiza el hombre. A unos metros están baños y camarines que se hallan con candados.

CERVEZA. El jueves 11 de junio, la cancha Venus del barrio de Pampahasi también está cerrada. El escenario es utilizado por las escuelas municipales del deporte, la Liga de Pampahasi y 13 unidades educativas del Macrodistrito San Antonio.

Allí el alquiler para los particulares, incluidos niños, es Bs 100, pero los escolares del colegio Don Bosco entran gratis los lunes y miércoles de 09.00 a 16.00. Sin embargo, cada lunes ellos deben retirar latas de cerveza de las graderías.

“No tenemos problemas con el ingreso, pero lastimosamente cuando los niños van los lunes hallan muchas latas de cerveza en las graderías que dejaron quienes alquilaron la cancha el fin de semana. Creemos que eso se debe normar”, dice preocupada la directora de ese centro educativo Ángela Jemio.

Jeaneth Ferrufino, directora municipal de Deportes, anuncia una inspección ya que el consumo de bebidas alcohólicas en los escenarios deportivos ediles está prohibido.

Hurtos. En el campo deportivo Rafael Pabón, de San Antonio Bajo, la Liga Deportiva barrial celebra su campeonato, pero los vecinos se quejan porque nunca está abierto.

“Todo el tiempo está cerrado, no sé cuándo lo abren”, dice Juan Ayala a este diario. “No permiten que entren niños y jóvenes si no pagan el alquiler. A nosotros deberían darnos al menos un día a la semana, pero no lo hacen”, precisa Celina Álvarez, profesora de educación física del colegio Sergio Almaraz situado al lado.

En la administración indican que sábados y domingos, bien temprano, los vecinos pueden ‘pichanguear’ (jugar un partido de fútbol informal) antes de que se inicie el campeonato a las 09.00. Martes y jueves, las escuelas municipales del deporte los usan todo el día, pero el resto de los niños y adolescentes deben pagar Bs 100.

En la cancha de Munaypata, los estudiantes que juegan partidos de clasificación de los Juegos Plurinacionales sufren hurtos porque no les permiten usar los camarines.

“Los chicos se cambian al aire libre, dejan sus mochilas a un costado y por eso en mayo los estudiantes del colegio 25 de Mayo sufrieron el robo de diez celulares”, denuncia la maestra Irene Llanos, del colegio Ferroviario. La Hora del Vecino es de 07.00 a 08.00, dice el administrador Raúl Vera. Por las tardes, está a disposición del público de manera gratuita de 18.00 a 20.00, con un pequeño detalle, hace un año que la iluminación está descompuesta.

INSTALACIÓN DE PASTO ARTIFICIAL

La Unidad de Proyectos Especiales (Upre), dependiente del Ministerio de la Presidencia, colocó desde 2007 hasta 2013 césped artificial al menos a 87 canchas en todo el país. No se tiene un dato actualizado hasta la fecha. El poner el pasto artificial en un escenario puede costar mínimamente unos Bs 1,7 millones. En algunos espacios deportivos como el Litoral de la zona de Vino Tinto durante un fin de semana es posible recaudar por el pago de 26 clubes al menos Bs 2.132.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario