lunes, 7 de noviembre de 2016

Hoyos y la filosofía de vida que inculca a los futbolistas



Una identidad de juego dentro del campo de juego es uno de los principales pilares para cualquier equipo de fútbol; sin embargo, el técnico de la Selección Nacional, Ángel Guillermo Hoyos va más allá y busca que se imponga una filosofía de vida para fortalecer varios aspectos claves que se requieren para optimizar el rendimiento de la Verde.

Con señales visibles de cansancio en el rostro, luego de haber trabajado con más de 180 jóvenes de divisiones menores en Cochabamba, accede a comentar sobre los propósitos que tiene para potenciar el trabajo en varias categorías.

La filosofía de vida de Hoyos se enmarca en el compromiso que tiene el técnico cuando asume las responsabilidades al frente del combinado nacional.

“Nosotros creemos que como vives puedes jugar, entonces al ser una filosofía de vida te crea una identidad. Si eres solidario, en el campo de juego serás solidario; si eres honesto, en el campo te vuelves honesto, y así sucesivamente. (…) A partir de ahí se crea una identidad de vida, sobre lo que es el jugador; después, creando eso lo unificas con fútbol que es una pasión, un sentimiento, y la vida, que también es una pasión. La vida hay que vivirla, hay que sentirla”, explica.

El técnico considera que se repite un viejo adagio en estos casos, “como se vive, se juega, y como se juega, se vive”. Señala que esta situación tiene una serie de implicaciones profundas, por lo que basa el mismo en el “sentimiento”. Así también indica que muchas veces existe temor de decir que hay sentimiento, porque puede llegar a considerarse como una debilidad; sin embargo, aclara que el sentimiento es parte de todo. “Es parte de la fe, de la religión, de la familia, no precisamente el sentimiento está expresado a una situación, sino también a unos colores, a un país, a canciones. Es profundo”.

Intenta expresar algunas acciones que van alrededor de la filosofía de vida que busca transmitir a sus jugadores, pero ¿por qué lo hace?, considera que el verdadero protagonista (el jugador) está desprotegido y muchas veces se lo deja solo, por lo que no llega a superar algunas situaciones por las que se atraviesa.

Hoyos centra su forma de pensar en la honestidad y la autenticidad, en el firme pensamiento de que todo en la vida es recíproco, precisamente por esa misma razón es que todo se puede llevar mejor, cuando la identidad se ve fortalecida y es asumida con responsabilidad y humildad.

En lo personal, Hoyos acepta que la profesión que ostenta es una “pasión que atrapa”, tanto así que muchas veces deja de lado situaciones personales para asumir varios sacrificios y dedicarse al trabajo que se debe hacer, enmarcado en la necesidad de generar evolución, en busca de evitar quedar relegado.

Deja en claro también que quienes conforman el cuerpo técnico del seleccionado boliviano, comparten estas expresiones, porque tienen en común el mismo perfil.

Consultado sobre el trabajo que realiza en este sentido, Hoyos extiende sus conceptos sobre la filosofía de vida que practica, pero también destaca que no se aleja de sus creencias, pues considera que también la fe es un pilar que puede llegar a generar grandes cambios.

“Con la fe, cuando tú conoces a Dios y la Virgen hay un cambio en tu vida porque ésta cambia. Al principio no lo conoces y procedes, a lo mejor estás equivocado, cuando lo vas conociendo, vas procediendo de otra forma y te abre los ojos y piensas: qué equivocado que estaba”, señala.

No se cansa de repetir que la base del trabajo que realiza es el sentimiento, que llega a expresarse en el amor y la pasión que se tiene por determinada situación o acción de la vida.

Hoyos dice que estar involucrado en la profesión que tiene, es un cúmulo de sentimientos, de amor al deporte, al fútbol; así también apunta a que cada situación es una “bendición”. Puede surgir la incógnita de por qué siempre menciona esta frase, indistintamente de las situaciones que se atraviese, el argentino explica que a través del fútbol se pueden dar mejoras, tanto a nivel del desempeño futbolístico pero también a nivel personal, porque se generan influencias que permiten que existan cambios en los jugadores.

Si bien existen muchas críticas entorno al trabajo que viene desarrollando la Selección Nacional, Guillermo opta por no hablar de los mismos, en cambio, prefiere conversar sobre la situación que pasa al mando de la Verde, donde cree que el proceso no se continuó de manera óptima, luego de la clasificación al Mundial de Estados Unidos, en 1994.

Explica que todas las situaciones se suscitan por varias razones, pero considera que se debe trabajar para dejar de estar relegados como selección a nivel del fútbol sudamericano.

Conversa sobre lo verdaderamente importante para lograr este cometido, trabajar y prestar atención a las divisiones menores, donde a criterio del DT no se debe dejar desprotegidos a los chicos.

“Hay jugadores que están en equipos pequeños, en las asociaciones y algunos en escuelas de fútbol que no están federados en equipos profesionales; yo creo que siempre hubo (jóvenes talentosos), no sólo ahora. Son talentos que certifican lo que hemos pensado siempre, grandes jugadores de fútbol nacen en todas partes del mundo”, argumenta.

Hoyos concluye su explicación señalando que se deben atraer los ojos del mundo hacia Bolivia, para promover que los jugadores menores puedan llegar a equipos internacionales importantes y se inicie un proceso que busque mejorar la calidad de los jugadores, los cuales a partir de su desarrollo futbolístico puedan alimentar una mejora en la selección absoluta.



11 AÑOS DE TRABAJO
El técnico argentino Ángel Guillermo Hoyos desarrolla su estrategia de trabajo basada en una filosofía, que no sólo busca aplicarla al juego, sino a la vida misma. Hoyos trabajó a lo largo de una década con esa base firme y señala que nunca tuvo dificultad alguna para transmitir sus enseñanzas.



“EL CRECIMIENTO DEBE SER CONTINUO”

Confiado en el trabajo que se puede desarrollar, el técnico de la Verde, Ángel Guillermo Hoyos considera que las posibilidades de crecimiento deben ser permanentes, es decir, que se contemplen labores a lo largo de una gestión y no sólo de manera previa, sólo enmarcados en periodos de preparación previos a torneos internacionales.

“Hoy uno piensa que las posibilidades de crecer tendrían que ser continuas, es decir, no se crece de un día para otro, el crecimiento debe existir no sólo en un partido, sino en todos, y (esto) se va haciendo poco a poco, así vas a ir viendo ese crecimiento”, detalló.

El argentino explicó que se debe esperar por los resultados del proceso, sobre todo en las divisiones menores, lo que permitirá desarrollar mejor trabajo en todos los niveles. Asimismo, sostuvo que algunas situaciones que se dan, como las clasificaciones en torneos internacionales y en divisiones menores, pueden parecer como “grandes momentos” pero que, al parecer, sólo surgen de esa manera porque la situación en general no atraviesa por una buena etapa. Por lo mismo, se deben respetar los procesos e impulsar el crecimiento, situación que debe ser permanente, en busca de consolidar significativos avances que darán sus frutos en el futuro próximo.

“Muchas veces, personalmente estamos trabajando de sol a sol, como decimos nosotros, hay que trabajar duro todos los días y buscar darle lo mejor a la Selección y al país, a nuestros jugadores”, puntualizó.



“QUIERO MUCHO A LA GENTE DE BOLIVIA”

La designación del argentino Ángel Guillermo Hoyos como seleccionador de la Verde está entre las mejores posibilidades que le tocó vivir, tomando en cuenta que fue parte del club Blooming como jugador y en aquel momento tuvo la oportunidad de ser transferido a Boca Juniors de Argentina.

“Sinceramente quiero mucho a este país, quiero mucho a su gente porque tengo muchos amigos, he vivido momentos muy lindos acá, que profesionalmente han sido muy importantes y (he atravesado por) lecciones de vida cuando era más joven. Jugué en Blooming, de allí pasé a Boca, nunca lo esperé. Entonces Blooming y Bolivia me dieron esa posibilidad”, señaló.

Cuando estaba en Chipre, como entrenador, Hoyos recibió la llamada de los dirigentes de Bolívar para dirigir el club paceño, fue seducido por la idea de estar al frente de ese plantel y por lo mismo, decidió regresar a Bolivia.

En La Paz consiguió muchos lauros, la clasificación a octavos de final en la Copa Libertadores fue el momento más emocionante que vivió al mando de la Academia paceña.

“Con todos hicimos un trabajo inmenso para lograr el campeonato, para llegar a la Libertadores”, dijo.

Recibió como una bendición la posibilidad de presentar un proyecto para ponerse al frente de la Selección de Bolivia, por lo mismo ahora asegura que está comprometido “mil por mil con la Selección, con el país y con los jugadores”.

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