Bolivia va con todo en contra

A un mes del inicio de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, varios exseleccionadores nacionales le dan poca chance a Bolivia de conseguir la clasificación, debido a las condiciones inferiores a las del resto de Sudamérica y los problemas por los que atraviesa la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). La Verde debutará el 8 de octubre en La Paz frente a Uruguay y cinco días después visitará a Ecuador en Quito, en las primeras dos jornadas del largo proceso premundialista, que concluirá dos años después.

Todo está en contra de Bolivia: aparte de los líos dirigenciales, que hacen que la FBF sea inestable, están la falta de un proceso, el repentino cambio de entrenador, la ausencia de competitividad en el ámbito internacional y el escaso tiempo para prepararse. Lo único que tiene a favor para pelear contra la adversidad es el talento y calidad individual de los jugadores, además el hecho de jugar como local en la altitud de La Paz, un lugar siempre complicado para la mayoría de sus rivales.

“Al menos para este inicio estamos con muchos problemas, ojalá que mejoren las circunstancias y nos alistemos mejor. Por eso mismo debemos apelar a todas las armas posibles para encarar estas primeras fechas y tratar de superarlas”, dijo Carlos Aragonés, seleccionador en 2001.

La mayor dificultad —desde su punto de vista— es el tiempo corto para preparar a un equipo que no tiene una base. “Hay material humano, pero se lo debe trabajar. Si bien tenemos jugadores como para conformar una base, hay que trabajarla. Además, faltan alternativas, nuestro espectro de recambio es bastante limitado”, añadió.

Aragonés sostuvo que una de las “armas” es que Bolivia se haga fuerte en La Paz, con la altitud de su lado, pero jugando para que los rivales la sientan. El exentrenador de Bolivia en 1996, el montenegrino-ecuatoriano Dusan Dráskovic, vio con alegría en la Copa América a un seleccionado boliviano con jugadores polivalentes, aunque los problemas internos juegan en contra del mismo fútbol boliviano.

“Creo que pasan un sendero complicado por lo que escuché, pero yo quiero quedarme con la Selección boliviana que vi en Chile. Se viene una Eliminatoria excepcional, muy difícil para todos. Bolivia tiene sus problemas, pero ya está, no se puede retroceder y debe dedicarse a ejecutar sus planes de trabajo. No se puede llevar a los jugadores a ese plano de los conflictos. En Sudamérica pasan estas cosas, es distinto a cómo se manejan en Europa”, sostuvo.

Ramiro Blacut, seleccionador nacional más de una vez, opinó que Bolivia está muchos pasos atrás que el resto, porque sigue sin una preparación previa, sin planificación, sin una selección estable que esté junta desde hace tiempo. “Vamos a los partidos con poco entrenamiento juntos, sin bases previas, cambiando jugadores y entrenadores a poco del debut. Surge una y otra lista, nada de eso está bien”, aseguró el DT.

Aclaró que esa figura no es responsabilidad de los entrenadores ni de los jugadores, y aunque trata de evitar ser negativo, considera que “con sinceridad” el presente para Bolivia es muy difícil. “Me preocupa lo que pase, porque hace poco nos fue mal en la Copa Sudamericana ante tres equipos uruguayos. Ya tendríamos que empezar a trabajar de cero, desde abajo y pensar en adelante”, aseguró.

Desde su punto de vista, “hay que meterle garra, pundonor deportivo y mística” para suplir las deficiencias y tapar la realidad, que muestra que el fútbol boliviano no ha mejorado. “Seguimos como antes, mientras los otros avanzaron en lo físico y táctico. Todo eso es preparación previa y nosotros no la tenemos”.

Los datos

Azkargorta

El español Xabier Azkargorta se excusó de dar una opinión porque dijo que es momento de guardar silencio. “Dejemos tranquilas las cosas”, se disculpó el español.

Soria

Similar posición adoptó el exseleccionador Mauricio Soria, antecesor de Julio Baldivieso, quien dijo que como él acaba de terminar una relación con la Federación ve “poco oportuno declarar”.

Contraste

Carlos Aragonés observa que el boliviano se ilusiona y desilusiona rápido. Más bien pide apoyo incondicional al entrenador y al equipo nacional en todo momento.

El equipo es reflejo de su entrenador

“Julio César (Baldivieso) fue un gran jugador, le recomiendo que se dé cuenta que las figuras ahora tienen que ser los jugadores. Él tiene gran personalidad y trabajo, sin embargo el protagonismo debe ser de la Selección. Yo también fui jugador y entrenador, por eso le hablo de capitán a capitán. La Selección es reflejo de su entrenador”, según Wilfredo Camacho, exseleccionador boliviano en la eliminatoria para el Mundial Argentina 1978.

Como jugador, Camacho fue campeón sudamericano en 1963. “Me gusta que empecemos con Uruguay en La Paz, porque luego siempre nos fue bien”, agregó. “A Julio César le deseo todo lo mejor. Él esperó esta situación mucho tiempo y ojalá se le den todas las condiciones. Ojalá que desarrolle un buen trabajo. Todos debemos ser conscientes de que es el entrenador de Bolivia y hay que apoyarlo porque el país está primero”, dijo Carlos Aragonés.

Según Ramiro Blacut, Baldivieso es un gran motivador, un DT positivo y con mucha experiencia tras haber jugado en varios países y todo ello debe ser utilizado para alistar a la Selección. “Además él conoce a los jugadores, nuestro medio y solo va a depender de cómo trabaje”. “Él no estará bajo presión de nadie. Siempre supo lo que quiso y si continúa siendo inteligente, puede ayudar a mejorar muchas cosas”, dijo Dusan Dráskovic.

Opinan algunos ex DT de la Verde

‘Bolivia puede sorprender’: Dusan Dráskovic, director técnico

“Bolivia tiene líos y ya ustedes deben percibir sus problemas, definir qué trabajo hacer y ejecutarlo. Puede sorprender. Hoy por hoy nadie puede dar por eliminada a una selección”

‘Será el doble de duro’: Carlos Aragonés, director técnico

“Mientras nosotros resolvemos otros problemas, las otras selecciones como Ecuador, Colombia o Chile crecen y sacan ventaja, creo que será el doble de duro para Bolivia”.

‘Estamos en seria desventaja’; Ramiro Blacut, director técnico

“Seguimos con cosas a última hora, con cambios imprevistos y sin base. Así es difícil entrar a una competencia. Estamos en seria desventaja ante otros que están bien avanzados”.