lunes, 23 de julio de 2018

El fútbol llegó en tren a Bolivia

Por: Dehymar Antezana, Periodista LA PATRIA


La selección boliviana que participó en la Copa del Mundo Estados Unidos 1994
Última parte

El fútbol en Bolivia tuvo sus épocas de gloria, ya hablamos de sus inicios en ediciones anteriores. Hoy queremos culminar esta historia con pasión vestida de verde, refiriéndonos a la Selección.

Luego de la llegada del fútbol en tren y que ingresó por Oruro, rápidamente este deporte se expandió por el territorio nacional, ganando adeptos incluso del exterior del país, cuyos jugadores formaron parte de los equipos locales.

La participación boliviana tuvo sus momentos inolvidables, por ejemplo, uno de ellos, es recordar su primera participación que se dio en el primer mundial del planeta, jugado en Uruguay. Si bien Bolivia no tuvo un buen resultado, dejó qué hablar a la prensa nacional, principalmente en el partido que jugó contra la Argentina, cuando el arquero Jesús Bermúdez le tapó un penal.

Tuvieron que pasar un par de décadas para que la Selección Nacional, pueda estar nuevamente en una cita mundial, fue en el de Brasil 1950. Tampoco se tuvo un buen desempeño, sin embargo, nuestro país inscribía su nombre como representante sudamericano por segunda vez.

CAMPEONES

Tras ese mundial, comenzaron a aparecer las estrellas y muchos se juntarían para mostrar al mundo, que Bolivia también tenía la capacidad para posicionar su nombre con letras de oro.

Aquel primer momento fue 1963, cuando el equipo nacional se consagró campeón del fútbol sudamericano. El campeonato se desarrolló en La Paz y Cochabamba. Ganó el título luego de terminar invicta con 11 puntos en seis partidos.

Este glorioso onceno estuvo encabezado por su máxima estrella, Víctor Agustín Ugarte. Le siguieron Ramiro Blacutt, Arturo López, Ausberto García, Eduardo Espinoza, Abdul Aramayo, Wilfredo Camacho, Max Ramírez, Fortunato Castillo, Renán López y Máximo Alcócer.

Fue un momento que el país lo recuerda con orgullo. Pero, no pasarían muchos años para que nuevamente la Selección consiga otro lauro.

En 1970 se ganó por primera vez el torneo de fútbol de los Juegos Sudamericanos, para selecciones juveniles de la categoría amateur. Aquel título lo volvió a ganar en 1977 y en 1993.

Luego vendría un proceso largo, que se iniciaría en la década del 80 con la institucionalización de una escuela de fútbol con sede en Santa Cruz de la Sierra, fue bautizada como Academia Tahuichi. Su fundador fue Rolando Aguilera.

Logró títulos intercontinentales y mundiales. Asimismo, ganó el sudamericano sub 16 en Lima.

MUNDIAL

En la década del 90, Bolivia viviría una de sus mejores épocas en el fútbol, llegar a la Copa del Mundo Estados Unidos de 1994, fue realmente épico, porque se rompieron récords, como, por ejemplo, quitarle el invicto a Brasil en las eliminatorias, el partido culminó 2 a 0 a favor de los nacionales. Esa fecha inolvidable para el fútbol nacional fue el 23 de julio de 1993.

En la Copa del Mundo, Bolivia tuvo un papel decoroso, mereció mejor destino, pero dejó establecido que los países de altura también juegan al fútbol.

Debutó en el partido inaugural, perdió 1 a 0 contra Alemania; luego jugó contra Corea del Sur, el partido quedó empatado sin goles, finalmente, España despachó a Bolivia con un 3 a 1 contundente. El único gol convertido para los verdes fue mediante Edwin Platini Sánchez.

En 1997 terminaría para el fútbol nacional, una época dorada jugando en el país la Copa América. El campeonato se jugó con alma, vida y corazón por los nacionales, terminando en el segundo lugar la Selección, luego de perder contra Brasil en la final disputada en La Paz.

Esa camada de grandes jugadores estuvo a la cabeza de Marco Antonio Etcheverry, Carlos Borja, Mauricio Soria, Edwin Sánchez, Milton Melgar, Julio César Baldivieso, Miguel Ángel Rimba, Luis Cristaldo, Juan Manuel Peña, Óscar Sánchez, Carlos Leonel Truco, Marcos Sandy, principalmente.

Después de ese momento histórico, Bolivia no tuvo renovación y actualmente vive en una crisis por un mal concepto dirigencial, falta de competitividad y ante todo falta de trabajo desde las categorías inferiores.

Cuando el fútbol nacional nuevamente de importancia a su gente, es que quizá se pueda lograr recuperar el sitial de citas excepcionales y escribir con letras de oro, más glorias para el fútbol boliviano, mientras tanto, solo queda soñar que algún día se saldrá de este letargo asfixiante y de frustración para el país.

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