domingo, 23 de junio de 2019

Bolivia cierra su peor participación en la Copa

Se repitió la historia. Bolivia cayó ayer por 1-3 ante Venezuela, en la tercera fecha del grupo A, de la Copa América y cerró su peor participación en el torneo de selecciones en los últimos 20 años.

La Verde anotó dos goles y encajó nueve, quedó como última de su serie y emuló la participación que tuvo en la edición que se jugó en Colombia, en 2001.

En esa oportunidad, Bolivia recibió siete goles en contra y no anotó ningún tanto a su favor. En Brasil, la Verde encajó nueve goles en contra y marcó dos.

De la selección boliviana que logró el subcampeonato en 1997, la que se presentó en los últimos años dista mucho en varios aspectos. La última clasificación de la Verde a los cuartos de final se dio en Chile 2015, cuando después de 18 años logró avanzar a la siguiente fase.

Bolivia retorna a casa, otra vez sin puntos y en medio de una polémica que envuelve a jugadores y dirigentes. Los futbolistas habrían pedido que se les complete el bono y la dirigencia apunta al trabajo que se hizo en la previa, el que consideraron contó con las condiciones necesarias.

Mientras tanto, las críticas fueron de ida y vuelta, mientras que los resultados en cancha quedaron nuevamente en números rojos.



El partido

El extremo Darwin Machís, con dos goles, uno de ellos madrugador en apenas 75 segundos, puso a Venezuela en los cuartos de final de la Copa América, dejando por el camino a una Bolivia blanda en defensa y desacertada en ataque que descontó, demasiado tarde, por medio de Leonel Justiniano.

Un cabezazo relámpago de Machís a centro del lateral Ronald Hernández, el gol más rápido de este siglo en la Copa América, puso la primera piedra del pase de la Vinotinto a los cuartos como segunda de grupo, por detrás de la anfitriona Brasil, que goleó (0-4) a Perú.

Suficiente para eliminar a una Bolivia voluntariosa pero blanda y sin suerte de cara a la portería, que estrelló dos tiros en la madera de la portería del venezolano Wuilker Faríñez, el guardameta que asombra en esta Copa América, y tuvo su premio tardío con el gol de Leonel Justiniano a siete minutos del final.

Dos conjuntos sin victorias en su casillero (dos derrotas Bolivia, dos empates Venezuela) llegaron al Mineirao con un único imperativo: ganar.

Sorprendentemente, Eduardo Villegas renunció a uno de sus futbolistas más talentosos, Alejandro Chumacero, para poblar el centro del campo; mientras que Rafael Dudamel, tuvo que cambiar los centrales obligado por la erupción cutánea de Mikel Villanueva y los problemas físicos de Yordan Osorio, y añadió al enganche Juan Pablo Añor, que lideró la ofensiva vinotinto con su calidad.

De Añor precisamente partió ese gol relámpago, en una combinación con Jefferson Savarino, quien buscó la derecha y cedió al lateral Ronald Hernández, cuyo centro, magnífico, fue rematado por Machís, que sorprendió a la defensa nacional llegando desde atrás.

No se derrumbó Bolivia al recibir el tanto, sino que aceptó de buen grado el balón que Venezuela le ofrecía descaradamente y progresó por la banda derecha de Leonardo Vaca, quien sirvió un pase al otro Vaca, Ramiro, para un fortísimo remate que se estrelló en el palo derecho del portero venezolano Wuilker Faríñez.

El peligro del conjunto andino quedó en eso y otro centro de Leonardo Vaca, incisivo por el carril derecho, que no encontró rematador en el 17. Porque Venezuela empezó a crecer y a encontrar a Añor, su brújula en la construcción del ataque, el verso suelto que se escapaba de la presión.

Movió pronto el banquillo, Villegas para sacar del campo al extremo Leonardo Vaca, que no pareció tener problema físico, e introducir al enganche Raúl Castro, que comenzó acostado a la banda derecha, pero acabó organizando la ofensiva, y estrelló el segundo balón a la madera en la primera mitad, con un fuerte disparo al palo izquierdo de Faríñez en el 39’.

El segundo tiempo amaneció con el mismo guion, Bolivia intentando y Venezuela esperando. Y con idéntico resultado: un fortísimo disparo de Paul Arano desde fuera del área se encontraba, esta vez no con la madera, sino con Faríñez; y cinco minutos después Machís lograba la sentencia con un disparo desde fuera del área.

Recogió el extremo venezolano una entrega de Tomás Rincón en el centro del campo, avanzó, recortó hacia adentro y colocó el balón allá donde Lampe no iba a ser capaz de encontrarlo.

Bolivia llegó a poner en apuros a Faríñez, que no logró atrapar un disparo de Martins y necesitó ayuda de Luis Mago para sacar el disparo posterior de Arano.

Bolivia tuvo el premio a su tenacidad con un disparo cruzado de Leonel Justiniano que supuso el 1-2 y generó unos minutos de apuro a la Vinotinto, solventados en cuanto Josef Martínez cabeceó un centro de Yeferson Soteldo para el 1-3 definitivo. Venezuela seguirá soñando en esta Copa América.

Sabemos que para nosotros no es fácil, darles la oportunidad a los chicos siempre será importante. Esperamos que esto nos sirva aunque perdamos. Nos falta mejorar en el ataque.

Marcelo Martins

Delantero de Bolivia



Nosotros, muy contentos. Creo que nos hemos ganado el respeto de todos. La mayor dificultad fuimos nosotros, independientemente del rival. Hemos tenido mucha suerte.

Josef Martínez

Delantero de Venezuela



OPINIÓN
¿Qué hacemos?

Eduardo Arévalo Tineo

Director de Codebol

El partido que perdió Bolivia frente a Venezuela deja muchas reflexiones porque no pudo pasar a los cuartos de final. En primer lugar, la propuesta de juego fue diferente a los dos anteriores encuentros. En esta ocasión, no fue timorata y presentó un funcionamiento con vocación de ataque. Incluso cuando ingresó Castro por Leo Vaca. Es cierto, el resultado no le favoreció, pero la reflexión es para las clasificatorias. Ayer, como en otras oportunidades, parecía que la pelota tenía fuego porque a los nacionales les quemaba y las entregas eran mal realizadas. Esto denota una falta de personalidad y confianza. En el segundo tiempo, este extremo en gran medida desapareció y Bolivia mejoró. Venezuela aprovechó, una vez más, las deficientes marcas de los laterales Diego y Marvin Bejarano. Por esas zonas se anotaron los goles. Más allá de los remates de larga distancia de Paul Arano y Raúl Castro, que fueron devueltos por el travesaño y vertical, respectivamente, la escuadra compatriota tuvo dificultades para desenvolverse porque Venezuela, más “ canchera” en estas lides, casi nunca perdió el libreto. Para destacar en Bolivia la presencia de Ramiro Vaca. Paul Arano le otorgó al medio sector más salida y tranquilidad. Notorio lo de Roberto Fernandez, jugador que será un aporte interesante. El objetivo no se cumplió, pero ahora llega lo más difícil, encontrar el rumbo adecuado para los encuentros clasificatorios. En esta selección ¿estarán los mejores jugadores y el mejor estratega? Ahora aparecerán los culpables, ahora aparecerán los salvadores. Será el momento de la sana y convincente reflexión para las clasificatorias de Catar 2022.

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