jueves, 30 de abril de 2020

¡Qué complicado!, con razón quieren tirar la toalla

El fútbol boliviano está más complicado que nunca. Las nuevas determinaciones que hizo conocer ayer la presidenta de nuestro país, Jeanine Añez, pone en jaque a los 14 clubes que conforman la División Profesional.

Con las nuevas decisiones, habrá clubes de un departamento que puedan comenzar a entrenar y otros que seguirán en cuarentena, es decir, no existirá igualdad de condiciones para poder volver a la competencia oficial, cuando las instituciones deciden que así sea para terminar de jugar el certamen Apertura, que ingresó en un receso desde la fecha 12.

A partir del 11 de mayo se conocerá que ciudades son catalogadas de riesgo medio o moderado de contagio, en esas localidades se comenzará a volver al trabajo de manera gradual y con varias medidas de seguridad para evitar el contagio del virus.

Pongamos como ejemplo un escenario: que Potosí y Cochabamba sean catalogadas por el ministerio de salud como ciudades de riesgo medio o moderado. Los equipos de Wilstermann, Municipal de Vinto, Aurora, Real Potosí y Nacional podrían volver a retomar los entrenamientos.

En el otro extremo estará la figura de capitales con riesgo alto de contagio. En el momento Santa Cruz, La Paz y Oruro tienen esa condición y a la vez aportan con nueve equipos más al seno profesional: Bolívar, The Strongest, Always Ready, Blooming, Oriente Petrolero Royal Pari, Guabirá, Real Santa Cruz y San José, es decir, dos tercios de los clubes seguirán en cuarentena y el otro comenzará a trabajar.

¿En esas condiciones es factible pensar en la vuelta a la competencia oficial?, la dirigencia está contra la pared, debe resolver primero la reducción de sueldos y después esperar que va a pasar con el informe sanitario de cada región para ver si puede determinar que sus jugadores regresen a los entrenamientos donde existirá más gastos para cumplir el protocolo de seguridad de Conmebol.

¿Y los que no puedan entrenar?, seguirán en cuarentena según la disposición del estado. Pero habrá que preguntarse si las instituciones estarán dispuestas a seguir pagando sueldos por tiempo indefinido o al menos hasta que esa región sea catalogada de riesgo medio o moderado y vuelva a tener algo de normalidad

Si Cochabamba y La Paz o una de las dos es declarada de alto riesgo, ¿Bolívar y Wilstermann deberían entrenar en una ciudad de menor riesgo de contagio?. Ojo que los dos juegan la Copa Libertadores y mientras otros clubes de Sudamérica retornen a practicar en sus países, ellos podrían seguir parados.

El Covid-19 parece de momento un enemigo invencible para el fútbol boliviano que está atrapado más que nunca en un laberinto que no tiene salida por varios meses más y con varios presidentes de clubes que están dispuestos a levantar las manos, a tirar la toalla o a meterse en una cuarentena hasta fin de año y olvidarse del fútbol el resto del 2020 ¡Complicado!

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