Transcurría el año 1994 cuando el presidente de Bolívar, Mario Mercado Vaca Guzmán (+) daba una noticia que comenzó a dar la vuelta al Mundo, “Bolívar tras Maradona”, la dirigencia quería que el mejor jugador del mundo recale en la Academia.
Trascendidos señalaban de montos estratosféricos para que la transacción sea posible. Mercado negó las cifras, el objetivo tanto para el equipo celeste como para el futbolista argentino era la final de la Copa Libertadores.
Y es que en toda esa trayectoria estelar de Diego, el único certamen que le faltaba por disputar era el torneo de clubes en Sudamérica.
Parecía que todo estaba hecho, pero faltaba la firma del 10. Maradona se fue al Mundial de EEUU 1994 con su selección. Tras esa cita ecuménica iba a arreglar su futuro ya sea en Bolivia en otro destino más.
Un 30 de junio de 1994 y días después del encuentro Argentina Nigeria, el astro daba positivo a un control antidoping por efedrina, una sustancia prohibida y no solo ponía fin a su sueño en el Mundial también a su posible paso al equipo paceño.
«No me drogué, me cortaron las piernas», dijo Maradona el 30 de junio de 1994. Cinco días antes Argentina había vencido a Nigeria por 2 a 1.
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