Los seleccionados tuvieron un debut con derrota frente a Brasil (3-0), ahora la necesidad de conseguir una victoria aumenta mucho más para los dirigidos de Eduardo Villegas con el objetivo de luchar por llegar a la siguiente fase del torneo internacional.
La delegación boliviana se hospedó en el hotel Windsor Leme, de Río de Janeiro, será la nueva casa para esperar el compromiso del martes 18.
La mentalidad de los jugadores es poder cambiar el chip luego de
la derrota en el primer partido y plantear mayores variantes en la parte ofensiva para buscar la victoria.
“Creo que esto es un tropezón (frente a Brasil) hay que limpiarnos la carita y seguir adelante. No tenemos tiempo para lamentarnos”, dijo el defensa central Luis Haquín, quien reconoció que la mano de su compañero. Adrián Jusino, era penal y fue bien cobrado por el árbitro Néstor Pitana en el debut.
“Tenemos que proponer algo más, necesitamos ganar alguno de esos partidos (frente a Perú y Venezuela). Yo tengo que ser el eje del equipo y no lo fui ante Brasil”, comentó Fernando Saucedo.
La autocrítica de los seleccionados ayudará para avanzar e intentar no cometer los mismos errores en los próximos partidos en la Copa América.
Los rostros de los jugadores nacionales fue de desazón luego del encuentro en el Morumbí y en el viaje de Río de Janeiro se los vio bajoneados.
“Mientras más unidos estemos somos más fuertes, con esa idea entramos a la cancha (el próximo martes)”, dijo el mediocampista orureño Erwin Saavedra.
El jugador de Bolívar realizó un buen partido, con sus características se pudo sostener el balón por el lado derecho.
“Todo lo que pasamos lo vamos aprendiendo, es una nueva selección”, remarcó Saavedra.
El cuerpo técnico hará hincapié de corregir algunos errores tácticos, de atención, que serán puntuales, debido que no hay mucho tiempo para trabajar en varios aspectos.
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