“Es hora de hablar de fútbol”, dijo solicitando apartarse del incómodo tema por el que fue criticado. Confirmó que dirigirá los dos amistosos, que en cada concentración los jugadores van creciendo como personas y futbolistas y espera que tras estos amistosos se concrete una gira más por China. Además, añadió que el trabajo que viene encarando tiene énfasis en el roce a los que recién llegan.
¿Qué tipo de selección es la que veremos en los amistosos?
Una selección pujante, creciente, que siga absorbiendo conceptos tácticos, objetivos, que tenga motivación al logro, deseos de representar a su país con altura y de alcanzar metas; la continuidad en estos partidos nos da vivencia. Ya no es la primera vez que nos montamos a un avión y vamos a un lugar lejano, existe un mejor entendimiento entre los jugadores y el cuerpo técnico porque ya sabemos de qué se trata.
¿Y los rivales?
Ya hemos enfrentado a rivales duros de Asia como los que fueron al Mundial, tal es el caso de Irán, Arabia Saudita y anteriormente a Corea del Sur y hemos hecho buenos partidos con los 0-0, 2-2 y el que perdimos por 2-1. Ahora nos toca con Emiratos Árabes e Irak que es muy parecido a Irán, es su clásico, y a Emiratos que es parecido a Arabia Saudita, también es su clásico. Entonces vamos por una línea interesante. La diferencia ahora es que esta vez llegamos con mayor conocimiento de nosotros, con una expectativa mayor y como les dije siendo una selección ordenada, que se sigue llenando de conceptos tácticos y que quiere ser protagonista, que sabe que hay mucho camino por recorrer y que ese camino se transita con trabajo y orgullo de representar al país.
¿Qué tipo de identidad es la que se va formando?
Queremos jugar como juega Bolivia en La Paz y ser más atrevidos todavía. Contra Arabia Saudita lo demostramos pese a que comenzamos perdiendo. Si se recuerdan, nosotros de inicio tuvimos la primera posibilidad de gol, lo mismo que ante Irán, siempre tuvimos una propuesta de ir. Con Mianmar y a pesar de que teníamos el cansancio del viaje y de sentirnos superiores, había que atacar sin quedar desordenados atrás, mantener un equilibrio correcto, es decir, atacar con mucha gente pero no perder nunca el balance, con orden, para ir llevando el partido y llegar mejor al duelo con Irán.
¿Se vio lo que pretendía en el duelo con Irán?
Comenzamos jugando con un 4-3-3 y en el primer tiempo no tuvimos tanto la pelota como sí sucedió en el segundo o como en los otros partidos. Tácticamente pudimos combatir el partido y tratar de buscar el gasto de ellos, llevarlos al terreno de la exigencia en un partido muy peleado, con mucha presión y que después lo pudiéramos aprovechar y así sucedió. Lamentablemente cuando mejor estábamos llegó el segundo gol y el giro de Martins que sacó el arquero y que Paúl no terminó de concretarlo para el 2-2. Recibimos dos goles, uno en contraataque que nos agarró mal parados y el otro en una especie de blooper tras un saque de banda que lo habíamos estudiado pero que nos cayó.
Hay que corregirlo urgente...
Son cosas totalmente corregibles que la selección va a ir asimilando y va a ir aprendiendo de estos pequeños detalles para ir a más. Como lo hablamos antes, lo que ahora encaramos en una preparación de visitante y si de visitantes podemos jugar a atacar o ambicionar a obtener resultados, indudablemente que de local nos vamos a hacer aún más fuertes.
¿Cómo ve el panorama actual tras los primeros amistosos?
Bolivia está saliendo de una demanda que no puede volver a suceder, que a la FBF y a todo su fútbol la metieron en un atolladero casi sin salida (demanda por incumplir un partido ante Nigeria hace años), porque cada pedacito de cada club es la representación al final de la selección y si esta tiene problemas, igual le caerá a los clubes. Por otra parte para jugar de local es muy difícil porque en fecha FIFA nadie quiere venir a jugar a la altura; segundo, que traer rivales al país significa mucho dinero. En las fechas FIFA estábamos trabajando algunas posibilidades para recibir a equipos, aunque honestamente es difícil por el dinero cuantioso que tendría que desembolsillar la FBF. No es fácil porque ningún país sudamericano quiere venir a jugar a La Paz porque saben lo que significa enfrentarse a Bolivia, pero bueno, para nosotros es parte de la preparación. A mí sí me encantaría que en una fecha FIFA pueda llegar la selección a Santa Cruz, al Chapare, a Cochabamba, Sucre o pasear a la selección por todo el país. Ojalá se lo pueda planificar de cara al semestre que viene. Con las fechas que aún quedan ya se está cerrando la demanda porque solo así la FBF también va a poder tener oxígeno.
¿Qué viene ahora?
En marzo se está trabajando en una Copa muy famosa que se juega en China donde la FBF colgaría al final la deuda para llegar a marzo sin ningún cargo y habiendo hecho una gran preparación en las fechas FIFA, y a partir de ahora aprovechar todo esto. Eso es lo bueno que está quedando de este gran conflicto que se tenía, porque el jugador desde el momento en que se monta en un avión, ya va teniendo progreso. Ahora vamos a Dubai, una de las ciudades que más ha progresado en el mundo porque es un país que también más invierte. Pero también no se olviden que ya fuimos a otros países con grandes cultura y el jugador adquiere eso porque antes que jugador son personas y mientras más personas sean, mejor jugador será. El crecimiento personal es muy importante para el jugador de la selección que tiene que conseguir internacionalidad y la única manera es jugar estos partidos.
¿Qué tipo de trabajo está encarando con las generaciones que vienen desde atrás?
Creo que vamos por buen camino porque hemos utilizado muchos jóvenes como es el caso de Cordano, Haquin, Reyes que mide 1,90, zurdo, de buen perfil, que lanza bien, o de Moisés Villarroel y Harry Céspedes, de Royal Pari. Y por nombrar a otros como Bruno Miranda y Henry Vaca, que son jugadores que están con la edad en el preolímpico de Colombia en 2020. Todavía tenemos dos años de preparación por delante y en este semestre hemos utilizado a jugadores que son de esa generación. Pero además de ello se está preparando la sub 20 donde le pedimos al presidente (César) Salinas por la gira por Perú, Ecuador y Venezuela donde se juega un cuadrangular. Coordinamos con Adriano González, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y con el técnico Rafael Dudamel para que se invite a Bolivia a Barquisimeto.
¿En qué ayuda todo esto?
Todo esto va curtiendo a los jugadores de esas edades para llegar curtidos a la selección sub 23. Hay varios que ya están en el fútbol profesional y la verdad que eso te motiva porque se ve que hay una generación interesante. Soñar con que esta gran camada pueda cerrar las eliminatorias, no es descargable. Es una alternativa.
Ha tenido a los jugadores para varios amistosos fuera del país, ¿qué lo sigue motivando?
Dentro de este grupo hay una generación que se levantó rápido porque muchos de ellos estuvieron muy cerca de ir a un Mundial con la sub 17. Entre ellos están Gílbert Álvarez, Leonel Justiniano. Son jugadores que entienden que preparándose se pueden conseguir cosas importantes.
Después tengo otro grupo de jugadores que ha trabajado mucho tiempo en el Tigre y otros en el oriente, donde hay buenos valores y con mucho futuro porque ellos se conocen desde niño y varios han sido tahuichis.
Eso a nosotros nos ha afianzado porque queriendo o no, la Tahuichi hace un proceso de internacionalización en menores. Nosotros somos convencido que hay jugadores de selección y también solo de clubes.
¿Y cómo afianzar al jugador de selección?
Tiene que tener un ADN que hubiera pasado por las selecciones sub 15, 17, 20 o 23. Esto sería lo ideal, que el jugador pase por todas estas categorías antes de recalar en las mayores. Después, hay jugadores como Marcelo (Martins) o Jhasmani (Campos) que tienen mucha experiencia en la mayor y que aportan mucho. Marcelo vuelve ahora al fútbol brasileño. Campos está compitiendo en el Tigre no solo en el torneo local, sino también en partidos de Copa Libertadores, tiene conocimiento de la altura y también puede apoyarse en los eventos internacionales que se juegan todos los años en Bolivia.
Nosotros estamos llevando siempre a algunos consolidados que nos permitan llegar bien a la próxima cita mundialista, porque las edades promedios de los que se clasifican a un Mundial de selecciones oscila entre los 27 y 28 años. Si bien la maduración del jugador boliviano es tardía por razones obvias ya que no se profundizó en el desarrollo, también hay jugadores que tienen la ilusión, pese a que hay etapas que no han quemado. Para nosotros también es válido, aunque sabemos que son excepciones, porque si bien uno tiene que trabajar con una generación pujante, es muy bueno que esta se apoye en la sangre nueva, que debe tener una actitud distinta.
¿Dirigirá los dos amistosos pese a los inconvenientes por lo que atravesó la semana pasada?
Sí, por supuesto, jamás se me dijo lo contrario desde la FBF. Hace unos días nos reunimos para ultimar los detalles de las ligas y de lo que se viene por delante y yo nunca he visto dudar al presidente de la FBF (César Salinas).
¿Cómo está la conexión con el trabajo de menores?
Se solicitó una gira internacional a tres países sudamericanos para nuestros jóvenes, con un técnico como Sixto Vizuete que tiene mucha experiencia en menores, que al igual que yo dirigió mundial juvenil, selección de mayor y entiende en qué va el trabajo de selección. Le hemos agregado un preparador físico que nos ha acompañado en las dos ligas, estamos todos los días al dedillo de lo que está sucediendo, está trabajando con una similitud grande con la seelcción de mayores, en cuanto a conceptos de preparación, planificación, metodología y bueno enfrentar a equipos tanto de Perú y Ecuador y ahora enfrentar a tres selecciones en Venezuela más un equipo profesional, sin duda que es una experiencia enriquecedora para la carrera de los jovenes. Todos los reportes que tengo es que hay mucho talento en el país.
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