jueves, 12 de octubre de 2017

Bolivia, por sexta vez consecutiva


La selección boliviana de fútbol cerró su participación en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018 de forma melancólica, en el penúltimo lugar de la tabla de clasificación con sólo 14 puntos tras 18 partidos diputados.

El saldo negativo que Bolivia cosechó en las últimas seis eliminatorias, alternando en cinco de ellas entre el último o penúltimo lugar, debe suponer una reflexión seria. Hecho que no puede eximir de toda culpa a los dirigentes que a su turno comandaron de forma irresponsable la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).

Como no existen argumentos para contestar estas campañas para el olvido, lo poco rescatable del combinado nacional fue el honroso séptimo lugar obtenido durante las clasificatorias para la Copa del Mundo Corea-Japón del 2002.

Los números y estadísticas son parámetros fríos que contrastan con el optimismo de algunos que dicen que futbolísticamente hubo una cierta mejoría bajo el comando de Mauricio Soria, que la selección está por buen camino, en franco proceso de renovación y que el futuro es halagüeño para la disputa de las próximas eliminatorias. Resta saber si se dará continuidad al trabajo del actual técnico.

Si de renovar se trata, Venezuela terminó mejor que Bolivia, en materia de resultados, las clasificatorias. Hoy el promedio de edad de los jugadores de la Selección mayor es de 21 años.

Ecuador apostó por la sangre nueva con 17 juveniles convocados para las dos últimas fechas.

La Verde está lejos aún de bajar la media de edad de sus jugadores, ante el temor de quemar etapas, parece una utopía revelar nuevos talentos en un período corto de tiempo (cuatro años) con experiencia y roce internacional.

En medio de la incertidumbre que rodea a la selección, está la elección pendiente del presidente de la FBF que tiene como primera obligación rescatar una institución a la deriva.

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