La Conmebol mantiene hermetismo total sobre la situación por la que atraviesa la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), cuyas autoridades no son reconocidas por esta entidad.
La Confederación tiene varias dudas sobre la decisión que adoptó el Congreso Extraordinario de la FBF, que se cumplió la pasada semana en Cochabamba, y en el que se revocó el mandato de Carlos Chávez, quien está detenido en la cárcel de Palmasola.
El presidente de la Conmebol, el paraguayo Ángel Napout, no contestó en reiteradas ocasiones a los llamados a su celular. El que respondió fue el jefe de prensa, Néstor Benítez, pero no habló más de 40 segundos.
“La postura de la Confederación se la publicó en la página, más de eso no puedo hablar”, aseguró.
La segunda consulta a Benítez fue si había una fecha para recibir a los dirigentes bolivianos, el funcionario respondió que “no hay nada, no puedo agregar más de lo que está en la página”.
Cuando se le preguntó quién representará a Bolivia en la reunión que tendrá esa institución el 10 de septiembre, Benítez cortó abruptamente la comunicación en una muestra evidente de la prohibición que tiene de los altos mandos a referirse sobre la situación actual de la entidad federativa.
El lunes el director general de Conmebol, Gorka Villar, envió una nota a la FBF en la que solicita información adicional sobre la forma en la que se revocó el mandato a Carlos Chávez.
En la misiva, el español Villar pide el estatuto y reglamentos de aplicación de la Liga y la ANF; además de la constancia a convocatoria del congreso y la acreditación de los delegados que participaron en esa reunión.
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